La Historia de la Galleria Romanelli
Cinco generaciones de escultores Romanelli han atravesado la gran puerta de madera que da acceso al Studio Galleria Romanelli: Pasquale Romanelli, su hijo Raffaello y su nieto Romano, luego Folco Romanelli y, en la actualidad, Raffaello y Vincenzo Romanelli. El estudio es una joya escondida en el característico barrio de Oltrarno, centro de la artesanía florentina. El lugar solía ser una iglesia, construída en el siglo XVI y transformada en taller de escultura por Lorenzo Bartolini durante los primeros años del 1800. Bartolini aprovechó el amplio espacio y la altura del edificio para trabajar en sus monumentos más esplendorosos. Aún hoy en día se conservan los antiguos instrumentos de trabajo, como el pedestal cuadrado giratorio en el centro de la sala, sobre el que fueron esculpidos los grandes monumentos. Asimismo, en los muros norte y sur se encuentran dos cabezas de carnero, una frente a la otra: cabrestantes usados para subir las estatuas más pesadas a las plantas superiores. Todo el espacio almacena cientos de esculturas originales, parte de la valiosa colección de la familia, reproducibles por encargo en yeso, resina, bronce o mármol.